La difícil supervivencia de las tradiciones Además, por otra parte, la actividad artesanal, en la que intervienen el cuerpo, los músculos o la mano, se había ido devaluando respecto a las actividades intelectuales. Sólo se valoraban algunos artesanos de arte, algunos restauradores de objetos antiguos, asimilados a los pintores o escultores, como artistas de una categoría completamente aparte. En realidad, la mayoría de las tradiciones artesanas que se ejercían al margen de las manufacturas nacionales estaban a punto de desaparecer por faltar aprendices capaces de heredar sus secretos y su habilidad.