La naturaleza muerta o la "vida silenciosa"
Holandeses e ingleses las denominaron «vidas silenciosas»; la naturaleza muerta es una representación de objetos inanimados que el pintor reagrupa bajo la forma de una composición. Los griegos y los romanos sentían predilección por esos simulacros de mesas servidas en las que se pintan alimentos ficticios. En el Renacimiento, el género adquiere su independencia gracias a la pintura de caballete que una clientela privada demanda. En el s. XVII se puede hablar de una edad de oro de la naturaleza muerta en Italia, en España y, sobre todo, en Holanda. Es una civilización opulenta, orgullosa de sus riquezas, pero también capaz de reflexionar acerca del destino humano y de la vanidad de los bienes de este mundo. Este género, al que las academias consideraron menor, fue retomado en el s. XVIII por Chardin, que se entregó a representar la poesía de la vida cotidiana con los solos medios de la pintura. El interrogante sin fin ante unas manzanas será creado por Cézanne en el s....
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