La ondina
La ondina de los Hermanos Grimm Un hermanito jugaba con su hermanita al borde de un manantial, y he aquí que, jugando, se cayeron los dos adentro. En el fondo vivía una ondina, que les dijo: - ¡Ya os he cogido! Ahora vais a trabajar para mí, y de firme. A la niña diole a hilar un lino sucio y enredado, y luego la obligó a echar agua en un barril sin fondo; el niño hubo de cortar un árbol con un hacha mellada. Y para comer no les daba más que unas albóndigas, duras como piedra. Finalmente, los niños perdieron la paciencia y, esperando un domingo a que la bruja estuviese en la iglesia, huyeron. Terminada la función, al darse cuenta la ondina de que sus pájaros habían volado, salió en su persecución a grandes saltos. Viéronla los niños desde lejos, y la hermanita soltó detrás de sí un cepillo, que se convirtió en una montaña erizada de miles y miles de púas, sobre las cuales hubo de trepar la ondina con grandes trabajos; pero al final pudo pasarla. Entonces...
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