Las gimnospermas, reinas del Secundario El término culto encubre realidades muy familiares, ya que se aplica a vegetales llamados comúnmente coníferas o resinosos. Pero, como siempre, el vocablo latino dice mucho más; indica el modelo de sexualidad; el óvulo está desnudo, protegido por una simple escama, y la semilla presenta las mismas características. En contrapartida, ésta hereda una ventaja decisiva en comparación con las plantas llamadas inferiores, ya que su caparazón contiene reservas; un alimento que se revela interesantísimo cuando las condiciones son duras. El grupo se divide en cuatro clases: Cycadinae, Ginkgoinae, Coniferae y Gnetinae, y comprende unas 700 especies; una miseria en el reino vegetal, pero estas especies no pasan inadvertidas en nuestro entorno. Las coníferas han protagonizado una verdadera invasión en el norte del planeta. Por una parte, sus variedades ornamentales ocupan un lugar fundamental entre las especies utilizadas en este tradicional arte de embellecer las ciudades. Por otra, han constituido la base en las labores de repoblación de muchos bosques, lo cual adquiere especial relevancia en un momento en que el patrimonio forestal se ve amenazado por oleadas de incen-dios cuya procedencia tiene a veces todos los indicios de una absurda acción intencionada.