Una escasez momentánea Un cálculo equivocado de las explotaciones puede provocar, sin embargo, un desequilibrio momentáneo entre la oferta y la demanda: la movilización de las reservas exige cierto tiempo. Como la demanda está determinada fundamentalmente por el nivel de la actividad económica, es muy poco sensible a un aumento del precio; éste puede subir, pues, muy rápidamente. La especulación es dueña del mercado: un pequeño desequilibrio causa un fuerte aumento del precio. Algunos poseedores de materias primas pueden tratar de actuar sobre ese mecanismo creando escasez artificial momentánea (disminución de la producción). Los productores (o los consumidores) pueden asociarse para regular los mercados, generalmente constituyendo stocks. En 1980, dos estadounidenses consiguieron de ese modo, en unos cuantos meses, multiplicar por más de cinco el precio de la plata. Un misterioso comprador hizo subir considerablemente el precio del estaño en 1982. En realidad, estas alzas de precio no reflejan una escasez física real de la materia prima, al menos a medio plazo.