Todos los medios son buenos para comunicarse
Las danzas parlantes de las abejas Todo el mundo conoce la armonía que reina en una ciudad de abejas, donde la unidad de la sociedad se mantiene a través de lo que podemos considerar como una especie de lenguaje. Entre los animales no existe un lenguaje fónico como en el hombre, pues afecta al tacto, a la vista y al olfato; las «palabras» son movimientos rítmicos y olores. El lenguaje de las abejas permite transmitir a sus congéneres el conocimiento de hechos extremadamente complejos. Estos insectos liban el néctar y el polen sobre las flores para abastecer a la colonia: a su vuelta, indican a las demás dónde han encontrado la fuente de alimento, a qué distancia y en qué dirección. El olor específico de la flor visitada, que se adhiere al cuerpo de la libadora, muestra el olor que deben buscar. La abeja recolectora transmite las informaciones gracias a una danza, cuyo grado de dinamismo indica la rentabilidad de la fuente alimenticia descubierta. Se pueden observar todos los matices, desde el más leve esbozo de giro, apenas perceptible, hasta bailes frenéticos que duran varios minutos.
Está viendo el 15% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas