Al pintor que me ha de retratar
Al pintor que me ha de retratar de José Cadalso Discípulo de Apeles, si tu pincel hermoso empleas por capricho en este feo rostro, no me pongas ceñudo, con iracundos ojos, en la diestra el estoque de Toledo famoso, y en la siniestra el freno de algún bélico monstruo, ardiente como el rayo, ligero como el soplo; ni en el pecho la insignia que en los siglos gloriosos alentaba a los nuestros, aterraba a los moros; ni cubras este cuerpo con militar adorno, metal de nuestras Indias, color azul y rojo; ni tampoco me pongas, con vanidad de docto, entre libros y planos, entre mapas y globos. Reserva esta pintura para los nobles locos que honores solicitan en los siglos remotos; a mí, que sólo aspiro a vivir con reposo de nuestra frágil vida estos instantes cortos, la quietud de mi pecho representa en mi rostro, la alegría en la frente, en mis labios el gozo. Cíñeme la cabeza con tomillo oloroso, con...
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