Ángel Guerra: 086
Ángel Guerra Segunda parte - Capítulo VII – La trampa de Benito Pérez Galdós IV Guerra se fue a su casa llevándose a Ildefonso, a quien convidó a comer. Apenas concluyeron, mandole al Socorro con dos cartas, una para la Superiora y otra para Leré, abierta. Ordenó al chiquillo que le llevase la respuesta a la Catedral, a donde se fue sin pérdida de tiempo, y entraba en ella cuando el cimbanillo llamaba a coro, diciendo en lo alto de la gran torre con su agudo y sonoro acento: vox mea clamat; ergo canonici venite, y los canónigos le obedecían, entrando por esta y la otra puerta, y tomando el camino del Vestuario. Poco después empezaba la Nona, que oyó el neófito con delectación, y las Completas. Nunca le pareció la Catedral tan risueña, ni el canto tan hermoso y sentido, ni el Presbiterio tan rematadamente suntuoso y bello. Todas las figuras que decoran el muro externo de la Capilla Mayor, ángeles músicos en diversas actitudes, unos con trompeta en la mano,...
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