Cuarto Libro de La Galatea: 35
ELICIO La bella ingrata mi enemiga ha sido quien quiso, pudo y supo en un momento 50 tenerme de un sotil cabello asido el libre vagaroso pensamiento. Y, aunque al estrecho lazo estoy rendido, tal gusto y gloria en las prisiones siento, que estiendo el pie y el cuello a las cadenas, 55 llamando dulces tan amargas penas. ERASTRO Llamando dulces tan amargas penas paso la corta fatigada vida, del alma triste sustentada apenas, y aun apenas del cuerpo sostenida. 60 Ofrecióle fortuna a manos llenas a mi breve esperanza fe cumplida: ¿qué gusto, pues, qué gloria o bien se ofrece, do mengua la esperanza y la fe crece? ELICIO Do mengua la esperanza y la fe crece 65 se descubre y parece el alto intento del firme pensamiento enamorado, que sólo confiado en amor puro, vive cierto y seguro de una paga que al alma satisfaga limpiamente. 70 ERASTRO El mísero doliente a...
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