Término tomado del francés y aplicado a las artes, que designa una forma de realizar obras destruyendo materiales de consumo, rasgando carteles o desconchando enlucidos. Se desarrolló a partir de 1957 y se contrapone al colage. Se manifiesta en la intención del antiarte, o sea, de dar un giro totalmente opuesto a lo que se consideran artes bellas, armoniosas, agradables a la vista y al espíritu. Se despegan los materiales de donde están ensamblados o se prensan cuando son metálicos para convertirlos en chatarra despreciable. Los artífices suelen completar el destrozo con el enganche de otras materias, repintados, embadurnados o quemados, etc., todo lo...