Don Álvaro o La fuerza del sino: 41
Escena segunda 41 Pág. 41 de 50 Don Álvaro o La fuerza del sino none EL PADRE GUARDIÁN y EL HERMANO MELITÓN H. MELITÓN No hay paciencia que baste, Padre nuestro. P. GUARDIÁN Me parece, hermano Melitón, que no os ha dotado el Señor con gran cantidad de ella. Considere que en dar de comer a los pobres de Dios desempeña un ejercicio de que se honraría un ángel. H. MELITÓN Yo quisiera ver a un ángel en mi lugar siquiera tres días... puede ser que de cada guantada... P. GUARDIÁN No diga disparates. H. MELITÓN Pues si es verdad. Yo lo hago con mucho gusto, eso es otra cosa. Y bendito sea el Señor, que nos da bastante para que nuestras sobras sirvan de sustento a los pobres. Pero es preciso enseñarles los dientes. Viene entre ellos mucho pillo... Los que están tullidos y viejos vengan enhorabuena, y les daré hasta mi ración, el día que no tenga mucha hambre; pero jastiales, que pueden derribar a puñadas un castillo, váyanse a...
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