Doña Milagros: 03
Capítulo II 03 Pág. 03 de 20 Doña Milagros Emilia Pardo Bazán Creo que ha llegado el momento de decir cuál era el estado de mi familia, o más bien la de mi tribu, cuando bajó del desván la ya arrumbada cuna. Me vivían entonces diez retoños; seis estaban en el cielo. Por mandato de Dios, y ejecutando sus inescrutables designios, la muerte se había cebado en los varones, dejándome casi todas las niñas. Para nueve damas, sólo tenía un galán. Aunque en el curso de estas páginas irá apareciendo mi prole, trazaré una especie de índice cronológico de sus individuos. Debe decir en elogio de mi hija mayor, Gertrudis o Tula, que poseía las dotes de gobierno de su madre, y aun aquella misma índole suspicaz y algo avinagrada. En lo físico era también muy semejante a Ilda, pero faltábale la beldad correcta y majestuosa que me había hechizado algunos lustros antes. Tenía de mi Ilduara la curva nariz y los ojos grises, el talle recto y las formas...
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