El amigo Manso: 36

21/10/2009 4.188 Palabras

El amigo Manso Capítulo XXXVI de Benito Pérez Galdós Capítulo XXXVI - ¡Esta es la mía! Los segundos que tardó en aparecer en la sala, ¡cómo se deslizaron pavorosos!... Entró, y al verme... No, jamás ha sufrido un hombre desconcierto semejante. Yo me sentí fuerte y dueño de mis facultades para operar con ellas como me conviniera... Mereciera o no la mosquita muerta mi ardiente defensa, ¿qué me importaba? Yo, caballero del bien, me disponía a dar una batalla a su enemigo, que era también el mío. A la carga, pues, y luego veríamos. La sorpresa pudo en José más que la turbación, y se le escapó decirme: «¿Qué demonios buscas aquí?». Advertí en él esfuerzos inauditos para poner concierto en sus ideas, disimular su cogida y cubrir el flanco de su amor propio: «¡Ah! -exclamó fingiéndose asombrado-. ¡Qué casualidad! Los dos venimos de visita... nos encontramos... Es verdad; te dije que pensaba venir». Y el tunante no caía en la cuenta de que no nos...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info