El audaz: 02

El audaz Capítulo II de Benito Pérez Galdós Capítulo II - El señor de Rotondo y el abate Paniagua I Tenía Muriel un amigo que era segundón de familia nobilísima. Desheredado por la ley, que acumulaba todas las riquezas y todas las glorias de una familia en un primogénito; sin más fortuna que su valor y su ingenio, había abandonado la casa paterna, olvidando completamente a su hermano. Como no había recibido instrucción alguna, Leonardo, que así se llamaba, no pudo aspirar a suplir con el valor intelectual la falta de recursos. Además se inclinaba por temperamento a la vida holgazana; y como su pobreza y su falta de posición lo libraban de las responsabilidades que la sociedad exige a los poderosos, entregose a la cómoda ocupación de no hacer nada. Pocos han realizado como él la evangélica máxima de no cuidarse del día de mañana. Su familia era extremeña, y él se había establecido en Sevilla, donde hacía versos, lidiaba toros, frecuentando todos los...

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