El conde de Montecristo: 3-01
El conde de MontecristoTercera parte: Extrañas coincidenciasCapítulo 1 de Alejandro Dumas Capítulo primeroEl almuerzo -¿Qué clase de personas esperáis? -repuso Beauchamp. -Un hidalgo y un diplomático -repuso Alberto. -Pues entonces esperaremos dos horas cortas al hidalgo y dos horas largas al diplomático. Volveré a los postres. Guardadme fresas, café y cigarros, comeré una tortilla en la Cámara. -No hagáis eso, Beauchamp, pues aunque el hidalgo fuese un Montmorency y el diplomático un Metternich, almorzaremos a las once en punto. Mientras tanto, haced lo que Debray: probad mi Jerez y mis bizcochos. -Está bien, me quedo. En algo hemos de pasar la mañana. -Bien, lo mismo que Debray. Sin embargo, yo creo que cuando el ministerio está triste, la oposición debe estar alegre. -¡Ah! No sabéis lo que me espera. Esta mañana oiré un discurso del señor Danglars en la Cámara de los Diputados y esta noche, en casa de su mujer, una tragedia de un par de Francia....
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