El niño mal criado: 2
none Pág. 2 de 2 El niño mal criado Hans Christian Andersen ¡Muchacho mal criado! ¡Herir de esta manera al anciano poeta que tan cariñoso le acogió, tan bien le trató y le había dado buen vino y la mejor manzana! El pobre poeta yacía en el suelo y lloraba, estaba herido en medio del corazón, —¡Quita!—dijo— ¡Qué niño tan mal criado ese Amor! A todos los buenos niños se lo contaré para que tengan cuidado y no jueguen nunca con él, parque solo les hace daño. Todos los buenos niños y niñas a quienes se lo contaba se ponían en guardia contra el Amorzuelo; pero sin embargo los engañaba, porque es demasiado astuto y ladino. Cuando los estudiantes salen de la cátedra, los acompaña vestido de levita negra y un libro debajo del brazo. No le conocen, y van del brazo con él porque le creen otro estudiante, entonces es cuando les clava la flecha en el pecho. Cuando las jóvenes vuelven del sermón y cuando están en la iglesia, siempre está detrás de...
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