Electra: 37
Electra de Benito Pérez Galdós Escena V MÁXIMO, GIL. MÁXIMO.- ¡Singular caso! Cada palabra, cada gesto, cada acción de esta preciosa mujercita; en la libertad de que goza, son otros tantos resplandores que arroja su alma inquieta, noblemente ambiciosa, ávida de mostrarse en los afectos grandes y en las virtudes superiores. (Con ardor.) ¡Bendita sea ella que trae la alegría, la luz, a este escondrijo de la ciencia, triste, obscuro, y con sus gracias hace de esta aridez un paraíso! ¡Bendita ella que ha venido a sacar de su abstracción a este pobre Fausto, envejecido a los treinta y cinco años, y a decirle: «no se vive sólo de verdades...». (Le interrumpe GIL que ha entrado poco antes; se acerca sin ser visto.) GIL.- (Satisfecho mostrando el cálculo.) Ya está. Creo haber obtenido la cifra exacta. MÁXIMO.- (Coge el papel y lo mira vagamente sin fijarse.) ¡La exactitud!... ¿Pero crees tú que se vive sólo de verdades?... Saturada de ellas,...
Está viendo el 12% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas