La estufa rusa
LA ESTUFA RUSA Existe pleno fundamento para afirmar que el prototipo de estas estufas es puramente ruso. Aparecieron en Europa Oriental como hogar típico. Prueba de ello es que los pueblos de Siberia, de Asia Central y del Cáucaso construían hogares abiertos dentro de las viviendas y, fuera de ellas, hornos para cocer el pan o las tortas (en este caso llamados tondir). En fin, la arqueología nos ofrece testimonios evidentes. En Ucrania, al proceder a excavaciones en unos enclaves tripolitanos (tercer milenio antes de nuestra era), fueron hallados restos de estufas y, además, un modelo en cerámica. Las estufas empezaron a ser provistas de fogones o placas de guisar a fines del siglo XIX, aunque en las ciudades habían aparecido ya bajo el reinado de Pedro I. ¿A qué se debe que la estufa rusa haya subsistido durante cuatro milenios? Ante todo, a sus múltiples usos. En ella se cocía el pan y se guisaba la comida, se fabricaba la cerveza y el kvas, se secaban ciertos productos...
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