Las mil y una noches:173
Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 142ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 142ª NOCHE Ella dijo: ... en busca de su destino por el camino de Alah. Y Kanmakán había montado en el caballo Katul, y el beduino Sabah se había contentado con seguirle a pie, por haberle jurado amistad y sumisión, reconociéndole como amo para siempre, y habiéndolo jurado por el santo templo de la Kaaba, mansión de Alah. Entonces empezó para ellos una vida llena de hazañas y aventuras, cacerías, viajes, luchas contra las fieras, combates con los bandoleros, noches pasadas al acecho de bestias salvajes, días dedicados a pelear contra las tribus y amontonar botín. Y a costa de muchos peligros, reunieron así una incalculable cantidad de rebaños, caballos, esclavos y tiendas. Y Kanmakán había encargado a su compañero Sabah de la vigilancia de todo. Y cuando se sentaban ambos para descansar, se contaban mutuamente sus penas y sus esperanzas, hablando uno de su prima...
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