Tristana: 18
Capítulo XVIII 18 Pág. 18 de 29 Tristana Benito Pérez Galdós De Tristana a Horacio: «¡Qué entusiasmadito y qué tonto está el señó Juan! ¡Y cómo con las glorias de este terruño se le van las memorias de este páramo en que yo vivo! Hasta te olvidas de nuestro vocabulario, y ya no soy la Frasquita de Rímini. Bueno, bueno. Bien quisiera entusiasmarme con tu rustiquidad (ya sabes que yo invento palabras), que del oro y del cetro pone olvido. Hago lo que me mandas, y te obedezco... hasta donde pueda. Bello país debe ser... ¡Yo de villana, criando gallinitas, poniéndome cada día más gorda, hecha un animal, y con un dije que llaman maridillo colgado de la punta de la nariz! ¡Qué guapota estaré, y tú qué salado, con tus tomates tempranos y tus naranjas tardías, saliendo a coger langostinos, y pintando burros con zaragüelles, o personas racionales con albarda... digo, al revés. Oigo desde aquí las palomitas, y entiendo sus arrullos. Pregúntales...
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