En contraste con la cocina de tipo occidental, o tal vez como complemento de ella, en los últimos veinte años han irrumpido en el mundo de la gastronomía dos nuevas formas de nutrición, el Vegetarianismo y la Macrobiótica, que por el gran impacto que han producido, sobre todo esta última, y además entre las generaciones jóvenes, forzosamente las hemos, aunque sea muy ligeramente, de tratar. El Vegetarianismo es sobradamente conocido. Basado en el rechazo total de todo alimento de tipo animal, por el gran contenido de toxinas que según los adeptos a esta práctica nutricional contienen las carnes y pescados, todo el contingente dietético es obtenido del reino vegetal. Verduras, frutas, cereales, etc., debidamente combinados y teniendo muy en cuenta las incompatibilidades y rechazos que algunos de ellos, por las reacciones químico-biológicas que producen, constituyen la única fuente alimentaria del vegetariano. Sobre esta práctica dietética, sus ventajas e inconvenientes,...