XXVII. La llegada de la República

LA quiebra de la CIAP hizo que se partiese en pedazos la brújula que marcaba su rumbo. Abandonando toda su labor, olvidándose de sus quehaceres, se engancha al carro tumultuoso de la República que va a nacer. Estamos en los últimos días del reinado de Alfonso XIII. Don Ramón está en el fiel de los sesenta y cinco años. La cárcel Modelo se puebla de republicanos alborotadores. Los alrededores del edificio carcelario son como un despliegue de escandalizadores que piden, a voz en cuello, la libertad de los suyos. Valle-Inclán, estacionado en los puntos estratégicos, grita como el que más. Don Ramón, que ya no cree ni en la conveniencia de una República que va a alumbrar en días que para él son jornadas de desaliento y naufragio, se planta en el Regina y sienta plaza de republicano a ultranza, por la única razón que la Monarquía, minada y renqueante, detiene y encarcela a los políticos de la gran oposición que se cobijan en aquel café. Cuando llega el 14 de abril, el...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información