El incendio El fuego se desató en la madrugada del 2 de septiembre de 1666. Comenzó en la panadería de Thomas Farryner, situada en Pudding Lane, poco después de la medianoche del domingo, y se extendió rápidamente. El verano de aquel año había sido seco y caluroso en extremo. La paja y la madera de las techumbres y paredes de las casas estaban enormemente resecas, lo que convertía el angosto centro de Londres en un enorme polvorín a punto de estallar. Además, uno de los principales factores que ayudaron a la propagación de las llamas fue el viento fuerte y seco del sudeste que soplaba hacia el oeste de la ciudad.