Rusia y las crisis revolucionarias

Introducción

Paseo en trineo de la Familia imperial rusa. Cuadro de Timm (1854). San Petersburgo. Peterhof.
Retrato de Iván Turgénev. Moscú. Galería Tretiakov. (Agencia Novosti).

El reinado de Alejandro II representa un cambio decisivo en la historia rusa. Más que todos sus ilustres predecesores —Iván IV el Terrible, Pedro I el Grande, Catalina II—, Alejandro II es el emperador de las grandes reformas. Hereda la precaria situación dejada por su padre, Nicolás I: por lo que se refiere a la política exterior, la Guerra de Crimea está perdida, y el Tratado de París (1856) daña cruelmente el prestigio ruso y más aún el principio mismo de la autocracia.

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