Nombre con que se conoce la sinfonía en do mayor de Franz Schubert, terminada en 1826, y no en 1828 como se creyó durante largo tiempo, y a la que se alude como la «novena». La Sociedad de Amigos de la Música de Viena la rechazó a causa de su «dificultad de ejecución», por lo que no se interpretó hasta el 24 de marzo de 1839, ya muerto Schubert, en el Gewandhaus de Leipzig bajo la dirección de Félix Mendelssohn. Como mencionó Robert Schumann, se trata de una obra digna de Beethoven, pero animada de un espíritu completamente diferente que respeta, no obstante, el plan de los 4 movimientos («allegro con introducción andante, andante con moto, scherzo allegro vivace con trio central, allegro vivace), así como, para los dos movimientos extremos, el esquema clásico bitemático de la sonata, de un estilo, escritura y orquestación que sólo pertenecen a Schubert. Constituye la más larga y la última concluida de las que se han conservado. Entre todas las partes de la...