... n la quisiese. Y esto le acrescentaba la cólera y enojo de manera que le sacaba de juicio, aunque él tenía tan poco, que poco era menester para acabárselo. Y pudo tanto en él este mal pensamiento ...
... absolutistas. Tuvo, si se quiere, cierta presciencia o adivinaci& 243;n genial de los venideros sucesos. A nuestro juicio, debe tenerse por cierto que la inspiraci& 243;n divina alienta no pocas veces ...
... , enfermo, de enfermedad que dios nuestro señor fue servido de darme, y en mi buen seso, juicio y entendimiento, teniendo, creyendo y confesando todo aquello que cree y confiesa nuestra santa madre ...
... voz y voto en el consejo. All& 237; nos habl& 233; de los inconvenientes y peligros que a su juicio ofrece el asedio de Bilbao, y de la facilidad con que podr& 237;a tomar a Miranda y Vitoria. Ganadas ...
... a d& 237;a m& 225;s los trabajos de fortificaci& 243;n y atrincheramiento. & 171;A mi juicio-me dijo Leonarda torciendo la boquita como hac& 237;a siempre que pronunciaba palabras escogidas- pronto ...
... hubiera ganado otro Marengo a otro Austerlitz. No me negaréis que éstos son síntomas de locura.-O de sobrado juicio, señor barón -dijo Luis XVIII riendo-; arrojando piedrecitas a la mar se solazaban ...
... Claver& 237;a nos ha dicho...& 187;.Con lo poquito que ley& 243;, pudo Fernanda formar este juicio: su madre se dejaba rodar por la pendiente que arriba es rigor inflexible y abajo piedad... & 161;Cu ...
... subido.Entre ellos fue este día rescatadoel buen Domingo Lárez, muy prudente,hombre de gran juicio y recatado, de Huete natural, de noble gente.Dionos aviso él que está ordenadode hacernos la guerra ...
... ganarla, y ganarla en tal momento era ser Rey de carne y hueso, no de cart& 243;n. Cualquier hombre de juicio claro y de coraz& 243;n grande no habr& 237;a vacilado en acometer la empresa, arriesgando ...
... en mi soledad dejaré a mi lado, a fin de que el caminante caritativo envuelva en él mis despojos para el día de juicio "Y esta vez le tocó llorar a Kamaralzamán. Luego dijo al viejo: "¡Oh padre ...
Los tres mosqueterosdeAlejandro Dumas& 164; & 164; & 164; & 164; & 164; & 164; & 164; & 164;ÍndicePrefacioCapítulo I - Los tres presentes del señor DArtagnan padreCapítulo II - La antecámara del señor ...
... fueron enardeciendo los ánimos y comenzaron los altercados; no obstante, la mayor parte estaba en su cabal juicio y se divertía viendo a los ebrios, que bebían sin medida.Gazin triunfaba. Paseaba ...
... .Todo lo que había sacado en limpio de sus afanes por el otro negocio.Ni siquiera le quedaba el consuelo de presentarse en juicio a exigir del librador, del pícaro D. Mamerto, los gastos del protesto ...
... las necedades y graciosos absurdos que continuamente dec& 237;ais; pero ya est& 225;is en vuestro sano juicio y de nuevo sois tonto.-Pues bien, se& 241;ora, delirar& 233;, delirar& 233; y dir& 233 ...
... .Yo corr& 237;a, corr& 237;a, y al mismo tiempo gritaba. Mariana, que no hab& 237;a perdido el juicio, me detuvo enlazando con sus dos brazos mi talle. Mi furor estall& 243; con un grito salvaje ...
... abismo. No temerá la muerte: confiará en su estrella; podrá más su esperanza quesu buen juicio o sus temores, y ya veis que hombre excesivamente confiado está medio perdido.(Se oye dentro una voz ...
... dio a elegir entre el suicidio, asegurándole que su honor y el de su familia quedarían a salvo, y un juicio público. Rommel se envenenó. fue enterrado con los máximos honores militares.La resistencia ...
... George, que nuestra viudita supo escoger lo mejor, como era de esperar de su talento y buen juicio.Sir George echó una mirada suspicaz y escudriñadora a su interlocutor, que prosiguió con un chiste ...
... mira,es tan grande su eficaciaque le sosiega la ira,su misma piedad lo inclinaa darlo por medicina,que, en su jüicio profundo,ve que ha menester el mundo,hoy una piedra tan fina.Obró tanto esta virtud ...
... rosa -El gigante egoísta -El amigo fiel -El famoso cohetePoemas en prosaEl artista -El hacedor del bien -El discípulo -El maestro -La casa del juicio -El maestro de la sabiduríaISBN 978-84-9963-241-4
938 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información