Cádiz& 160;: 10de Benito Pérez Galdós Despedime de Amaranta y su amiga, prometiendo visitarlas al d& 237;a siguiente, como en efecto lo hice. En un caf& 233; de C& 225;diz junt& 243;seme D. Diego ...
España trágica& 160;: 16de Benito Pérez Galdós Al tener que referir el c& 243;mo y cu& 225;ndo recibi& 243; Halconero la carta, y d& 243;nde fue a leerla con el curioso manuscrito que conten& 237 ...
... alternativamente a individuos y provincias. Síguese pues, que apenas se puede exigir otra cosa de la nación directamente atacada y comprometida, sino que su territorio sirva de teatro de devastación ...
... a Washington: el lustro triunfal - X. El largo y cálido verano de 1963 - XI. El destino de una nación - XII. La alternativa de la violencia - XIII. La gran crisis de 1967 - XIV. Mientras llega ...
... Argel, desbordando a los otros caudillos argelinos que aspiraban a dirigir los destinos de la nueva nación, especialmente Farhat Abbas, que representaba un liberalismo conservador frente al socialismo ...
... había sido otro detonador de la conciencia nacional egipcia, que también se sentía representante de toda la nación árabe. Meses después del incendio de la capital egipcia, un golpe de Estado militar ...
España trágica& 160;: 14de Benito Pérez Galdós & 171;Ver& 225;s lo que ha pasado -dijo el Coronel Ibero a su amigo Vicente, cuando embozados en sus pa& 241;osas sal& 237;an del Congreso entre dos y ...
... educada en el culto a las mujeres, a las flores y a los pájaros, pueda engendrar una gran nación de hombres, respetuosa para todo, y para los derechos del débil especialmente. ¡Mi afán, cuando vuelva ...
... patriotería. ¿Qué podía valer la Sociedad de Naciones o sus principios de seguridad colectiva, cuando cada nación había tenido que procurarse con esfuerzo la más sencilla seguridad interna, el pan ...
La catedral& 160;: 7de Vicente Blasco Ibáñez Gabriel, despu& 233;s de esta tarde, evit& 243; las reuniones en el claustro para no discutir con el Vara de plata. Estaba arrepentido de su audacia. Al ...
... el día 24 de septiembre de 1810, en el teatro de la isla de León, entre vítores de «¡Viva la Nación ¡Vivan las Cortes ». El clérigo Diego Muñoz Torrero presentó la primera, y revolucionaria ...
... hombres que las profesan. Por eso es la enemiga innata de todos los demás poderes: el Estado, la clase y la nación. Durante las Guerras Médicas, la clase sacerdotal de Delfos agitó al pueblo a favor ...
... traigo lo fuese, si presto no se me da remedio; por la cortesía que siempre suele reinar en los de vuestra nación, os suplico, señor español, que me saquéis destas calles y me llevéis a vuestra posada ...
... la Corte y en el Gobierno hombres dignos que no tuvieran por único propósito esquilmar a la nación en provecho propio, yo les amaría. VComo se ve, Muriel no perdonaba a ninguna de las instituciones ...
... a adquirir en su lugar las virtudes de las extrañas, es fingir otra república como la de Platón. Cada nación es como cada hombre, que tiene sus buenas y malas propiedades peculiares a su alma y cuerpo ...
... no es un hombre. Para mí la clave de nuestra política debe de ser el ennoblecimiento de nuestra ciudad. No hay nación seria donde no hay ciudades fuertes. Si queremos ser patriotas, no nos mezclemos ...
... quedan fuera de este esquema.Toda demagogia estructura su programa conforme a aquella parte de la nación que espera movilizar para sus fines. En Roma, desde Flaminio a C. Graco, fue la clase campesina ...
... Unión Soviética en otras regiones de la Alemania occidental.—Lo comprendo perfectamente —dice Molotov—, cada nación ocupante deberá obtener compensación por los daños de guerra en su propia zona ...
... haber accedido a la más alta magistratura de la nación en virtud de su cargo como presidente del Congreso ... ; varios de sus ministros, la fiscal de la nación, la Junta Nacional de...
... Uribe y Cía, 1897; Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1907-34; J. A. Pillado: Buenos Aires colonial. Edificios y costumbres, vol. I, Buenos ...
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