... . 83 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezPero al llegar Navidad, con su fiesta del Niño Jesús, el Palmar pareció reanimarse, repeliendo el sopor invernal en que estaba sumido.Había que divertirse ...
... de 108San Isidro labrador de Madrid Acto IIILope de VegaMayordomo:¿Cómo? & 160;& 160;Reina:¡Jesús, qué temor me asombra Cuando llego vuelvo atrás. & 160;& 160;Juan Sacerdote:Señora, volver ...
... es equis, y seguimos pidiéndole su nombre. Y sólo hay un nombre que satisfaga a nuestroanhelo, y este nombre es Salvador, Jesús, Dios es el amor que salva.For the loving worm within its clod,Were ...
... i matado una vez, y muchos otros lo habían ahuyentado con la señal de la cruz y el nombre de Jesús. No es que desafiara el peligro, pero desechó la idea de su posible muerte y bienaventuranza, avanzó ...
... la ciega no quería perder el sermón del Mandato, Ángel determinó que no fuera Jesús, y que antes de anochecer saliera con su cabritillo a encontrarles. Pusiéronse, pues, en marcha tempranito. Mateo ...
... -gritó Morton con frenesí-. Gloria, Gloria de mi vida, ven, huye conmigo, sígueme. -¡Jesús -gritó la señorita de Lantigua horrorizada. -Tú no entiendes las misteriosas voces del destino, de Dios ...
... el inculpado sólo acertaba a contestar tartajosamente, haciéndose cruces muy de prisa: -Jesús, Jesús, Jesús... ¡Avemaría de gracia El poeta les miraba pasar, observando la transformación de don ...
... todo recogimiento y modestia. Antes de emprender la caminata, por la mañana, me había arrodillado en la iglesia de Jesús, a los pies de un capuchino joven, de amarilla tez venada de azul, barbitaheño ...
... gentes finas a semejantes chocarrerías Don Galo se fue en seguida en casa de Clemencia, a quien halló sola.-¡Jesús -dijo, poco después de haber entrado-: no podéis pensar el mal rato que he pasado ...
... pies... Sudaban jadeantes y maldicientes; su aliento manchaba el rostro de Jesús... «¡Y era un Dios ¡el Dios único, el Dios de ellos, el nuestro, el de todos ¡Era Dios ...» gritaba Fortunato ...
... de Dios, o siquiera haya sentido la influencia de la cultura moral.-¡Morir ¡Morir ... Jesús repitió con creciente angustia; ¡morir ¡yo ausente ¡Qué se dirá Bibiana mandó apresuradamente ...
... He aquí mi mano.PRECIOSILLARetira usted allá esa porquería... Jesús, ni verla quiero, no sea que se encele ... LEONORNo corre en tus venas sangre.¡Jesús, y qué cosas tienes...
... ese santo palacio?-Una fábrica, Rosita, -contestó en voz casi ininteligible D. Modesto.-¡Jesús me valga -exclamó Rosita-, ¡una fábrica del templo del Señor ¿Y de qué?-De fósforos, -respondió D ...
... no habían arrieros gananciosos que dedicasen unas cuantas docenas de onzas de oro al viaje del Niño Jesús y de sus devotos. Los más ricos se habían ido del pueblecillo; sólo quedaban arrieros pobres ...
... además para exaltar su mente y encadenar su atención durante los rezos nocturnos. Eran los Sagrados Corazones de Jesús y de María, San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Fremiot; y dos copias ...
... escalera? ¿No merece ese tesoro que se hable de él? Decid,señor.––¡Jesús ––exclamó Mazarino sofocado y juntando las manos¡Jesús,Dios mío Soy hombre perdido.Sin pararse...
... los pasos y hablando a pausas y un poquito por las narices, diciendo a los niños: «¡Diga Jesús cuando bebe ¡No masque con los dos lados ¡Cállese que habla mucho ¡Póngase bien la capa ¡Lleve ...
... día 14 y de la mañana de ayer 15, día de la gloriosísima doctora Santa Teresa de Jesús. Llegué a creerme víctima de un sueño, de espantosa pesadilla, y que nada de lo que veían mis ojos era verdad ...
La catedral& 160;: 1de Vicente Blasco Ibáñez Comenzaba a amanecer cuando Gabriel Luna lleg& 243; ante la catedral. En las estrechas calles toledanas todav& 237;a era de noche. La azul claridad del ...
España sin Rey& 160;: 12de Benito Pérez Galdós Dos d& 237;as hubo de permanecer en cama el noble caballero y otros dos sin salir de su aposento: tan desquiciado le dej& 243; la est& 250;pida broma de ...
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